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sábado, 2 de junio de 2012
miércoles, 25 de abril de 2012
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Hace unos meses, cuando en lengua castellana estudiábamos el Quijote, leí en uno de los apartados la descripción y anteposición de personalidades de los personajes de la obra.
"Don Quijote está tocado de un género extraño de locura que solo afecta al tema de a orden de caballería. En todo lo demás conserva sano el juicio y el criterio justo.
Como antítesis al idealismo caballeresco de don Quijote, Cervantes introduce el personaje de Sancho Panza [...] Sancho es el contrapunto realista que advierte a su amo de la locura de las empresas que acomente [...]
Ambos personajes parecen necesitarse uno al otro para poder existir y ser. Tradicionalmente, se ha venido considerando que don Quijote y Sancho representaban dos visiones o concepciones diferentes, pero complementarias, del mundo, de la vida y las cosas: el idealismo y la fantasía del amo frente al pragmatismo y el materialismo del escudero. [...]
Además, van evolucionando a lo largo de la novela; entra otras cosas, por la recíproca influencia: don Quijote [...] muestra cada vez mayor juicio y criterio; y Sancho, que participa y se deja arrastrar por las locuras de su amo, se contagia a menudo de los ideales de su amo [...]
Nuestra propia naturaleza humana entraña siempre esta compleja dualidad."
Tras la lectura de este apartado dos personas se me vieron a la cabeza. Durante años había escrito sobre ellas de todas las formas posibles, y esta era quizá la que mejor las definía. No se dejaba palabra en el tintero y decía lo que muchas veces no sabía explicar con palabras.
Por un lado está la locura, la felicidad, las risas... y por otro la seriedad, la sensatez... dos personalidades diferentes pero que se complementan, y que al fin y al cabo la influencia es inevitable y acaba habiendo en todos la locura y la seriedad.
Y a pesar de esta dualidad de personalidades aparentemente contrarios y poco compatibles hay algo que pone el punto y final a esta duda:"Ambos personajes parecen necesitarse uno al otro para poder existir y ser".
Y aunque este texto hable solo de dos personas, hay también una frase muy filosófica que dice:" si dos se parecen a un tercero, todos son iguales"; y también se dice que el triángulo es la figura geométrica más resistente de la naturaleza porque el peso (en este caso de la vida) se reparte por igual entre todos los lados. IGUAL. Ese sea quizá nuestro secreto.
Y aún después de todo, no tengo muy claro quienes somos los Quijotes y cuales los Sanchos.
"Don Quijote está tocado de un género extraño de locura que solo afecta al tema de a orden de caballería. En todo lo demás conserva sano el juicio y el criterio justo.
Como antítesis al idealismo caballeresco de don Quijote, Cervantes introduce el personaje de Sancho Panza [...] Sancho es el contrapunto realista que advierte a su amo de la locura de las empresas que acomente [...]
Ambos personajes parecen necesitarse uno al otro para poder existir y ser. Tradicionalmente, se ha venido considerando que don Quijote y Sancho representaban dos visiones o concepciones diferentes, pero complementarias, del mundo, de la vida y las cosas: el idealismo y la fantasía del amo frente al pragmatismo y el materialismo del escudero. [...]
Además, van evolucionando a lo largo de la novela; entra otras cosas, por la recíproca influencia: don Quijote [...] muestra cada vez mayor juicio y criterio; y Sancho, que participa y se deja arrastrar por las locuras de su amo, se contagia a menudo de los ideales de su amo [...]
Nuestra propia naturaleza humana entraña siempre esta compleja dualidad."
Tras la lectura de este apartado dos personas se me vieron a la cabeza. Durante años había escrito sobre ellas de todas las formas posibles, y esta era quizá la que mejor las definía. No se dejaba palabra en el tintero y decía lo que muchas veces no sabía explicar con palabras.
Por un lado está la locura, la felicidad, las risas... y por otro la seriedad, la sensatez... dos personalidades diferentes pero que se complementan, y que al fin y al cabo la influencia es inevitable y acaba habiendo en todos la locura y la seriedad.
Y a pesar de esta dualidad de personalidades aparentemente contrarios y poco compatibles hay algo que pone el punto y final a esta duda:"Ambos personajes parecen necesitarse uno al otro para poder existir y ser".
Y aunque este texto hable solo de dos personas, hay también una frase muy filosófica que dice:" si dos se parecen a un tercero, todos son iguales"; y también se dice que el triángulo es la figura geométrica más resistente de la naturaleza porque el peso (en este caso de la vida) se reparte por igual entre todos los lados. IGUAL. Ese sea quizá nuestro secreto.
Y aún después de todo, no tengo muy claro quienes somos los Quijotes y cuales los Sanchos.
domingo, 15 de abril de 2012
Miedo
"Madurar foi tamén aprender que
mesmo diante de ameazas reais,
aforramos moito sufrimento se
aforramos moito sufrimento se
aplicamos a racionalidade que nos
di que ter medo é sufrir por adiantado
o que quizais nunca aconteza"
"Madurar fue también aprender que
incluso delante de amenazas reales,
nos ahorramos mucho sufrimiento si
aplicamos la racionalidad que nos
dice que tener miedo es sufrir por adelantado
lo que quizas nunca ocurra"
o que quizais nunca aconteza"
"Madurar fue también aprender que
incluso delante de amenazas reales,
nos ahorramos mucho sufrimiento si
aplicamos la racionalidad que nos
dice que tener miedo es sufrir por adelantado
lo que quizas nunca ocurra"
Marica Campo
domingo, 11 de marzo de 2012
domingo, 1 de enero de 2012
martes, 27 de diciembre de 2011
domingo, 25 de diciembre de 2011
Valientes y generosos
También lo que se refiere a la relación con otros seres humanos, Aristóteles señala un "justo medio": no debemos ser ni cobardes ni temerarios, sino valietes (demasiado poco valor es cobardía, y demasiado valor es temeridad). Del mismo modo no debemos ser ni tacaños ni pródigos, sino generosos (ser muy poco generoso es ser tacaño, ser demasiado generoso es pródigo).
El mundo de Sofía
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