Que sin ti no soy nada.

Si, voy a hablar de ti, ¿de quién si no?
Te sigo echando de menos, hoy te quiero más que ayer y soy feliz en un día lluvioso y gris gracias a ti, mi fuente de felicidad infinita.
Pero claro, es una tortura no hablar contigo cada noche, que no me desees dulces sueños, que no dejes comentarios tontos a la par de preciosos en las fotos del tuenti, y que no digas cosas bonitas cada minuto. Pero lo peor de todo, es saber que estás lejos, saber que no hay ni la más mínima posibilidad de cruzarme contigo y darte dos besos, que me cojas de la mano, peinarte el flequillo, echarte en cara que no me contestes a los sms ni a los toques y que te vayas fingiendo que estás indignada. Y con esto, quiero demostrarte que no me olvido de ti ni un momento, y cada minutos que paso contigo queda plasmado como una fotografía en un folio al ser imprimida.
¿Comprendes ahora por qué te digo siempre que sin ti no soy nada?
Pues eso, cosita.