Extremo.

Y abro los ojos, y la veo a ella que bebe rubia la cerveza para acordarse de su pelo.

Y a deshora, sale un sol alumbrando una esquina, y alegrándome el día dices que a veces no comprendes que dice mi voz. Y una vez más te digo que te quiero.

De dónde sale el sol... -dices tú, a la vez que preguntas- ¿Y de qué se esconde...?
Yo te ofrezco la posbilidad de que subo a las estrellas y me tiro de cabeza. Tú aceptas.
En el momento en el que caigo te digo: Me olvidé de poner en el suelo los pies y me siento mejor.
Te fuiste.

Yo me quedé con su olor, ella me arrancó la piel, me dijo justo al final: "no quiero volverte a ver".




Extremoduro.